Experiencia y Profesionalidad

Alvaro García Catalá

Tu alquimista de viajes

¿Como empezo todo esto?

Mi pasión por los viajes me viene de los veranos con mis padres, huyendo del calor, el humo y cemento de Madrid en el Seat 127, con las ventanillas bajadas mientras en el casete sonaban cintas – ¡cintas!- de Nino Bravo, los Beatles o los Shadows. Ahí me despertó el gusanillo.

Luego llegaron los viajes de colegas en pensiones y campings, pero que a fin de cuentas servían para dormir, o no.

Después estudiar la carrera de turismo, currar en hoteles y agencias.
Más tarde llegó Europa con mi novia, la que ahora es mi mujer, luego madre de mi hija y siempre mi compañera de viaje.

Alvaro, Alfredo y mama
Alvaro y papa

hoy…

Y de todo eso, infancia, juventud y madurez ha salido un coctel de inquietudes y viajes que me ha traído hasta aquí. Mi propia agencia. LAb AGENCIA.

Y toda esa experiencia es la que te ofrezco.

Porque no es lo mismo un amanecer en Casablanca, tócala otra vez, Sam- que entre la geometría y angustia, lo dijo Lorca, no yo de Nueva York.
Y no son iguales las noches de Venecia que las de Berlín.
Las playas de Corfú que las de Cádiz.
La Habana que un resort en Punta Cana.

Así que ven. Hablamos, nos conocemos, me dices que buscas y viajamos juntos.

Prometo no defraudar. Palabra.

Por los viajes en el 127 con las ventanillas bajadas.

“Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal”